El Vivo o Ribete: el gran olvidado


Normalmente cuando un cliente se plantea retapizar un sofá,  pone atención al color de la tela, a la textura,... pero nunca suele reparar en el vivo o ribete, un elemento que podemos usar con mil posibilidades para añadir un punto especial a la decoración.

En la mayor parte de los retapizados se suele ocultar o minimizar la percepción del vivo para conseguir una mayor limpieza visual. Sin embargo, desde hace ya unos años el vivo o ribete, ya sea sencillo o doble, liso o estampado, ha ganado protagonismo a la hora de retapizar todo tipo de piezas muebles ya sea un simple taburete o un sofá.


¡¡Es la manera perfecta de darle un punto distinto y original 
a nuestros tapizados con infinitas posibilidades!! 


- Podemos escoger un vivo que haga un fuerte contraste, como por ejemplo un vivo negro sobre un tejido muy claro; o también una opción un poco más suavizada si usamos vivo negro sobre tonos menos contrastados, como el gris o el beige. En este caso el efecto es menos marcado pero resulta también muy elegante.

- Otra opción es el vivo en color blanco: uno de los más utilizados a la hora de tapizar cualquier mueble, ya que al ser un color neutro puede combinar con cualquier color tanto oscuro como claro. Según la combinación elegida podrá tener distintos efectos: un punto alegre y divertido si va sobre un color vivo, una sensación más suave y delicada si va sobre un tono medio o un efecto más marcado si va sobre un color muy oscuro.

- El vivo de un mueble tapizado en un color contrastado (turquesa, verde, naranja...) es una de las opciones más atrevidas para los retapizados. Da mucho juego ya que puede ir sobre tela clara u oscura dándole el toque de color a la pieza de que se trate. La combinación de los tonos dependerá del gusto de cada cliente: hay quien prefiere el contraste y quien prefiere la armonía.

- También podemos optar por un vivo en la misma gama cromática, es decir, usar un ribete de un tono un poco más claro u oscuro a la del sofá o sillón que vamos a retapizar. Esta alternativa es perfecta para aquellos que quieran darle un toque de color al sofá pero que no se atrevan a combinar distintos colores por miedo a cansarse.

-  Por último la opción más sutil, el vivo en el mismo color, en este caso simplemente se marca el vivo, pero sin cambiar de tono. La idea en este caso no buscar el contraste de olor sino el marcado del ribete o de las costuras para que éstas destaquen en el sofá o sillón.


Como ves hay un montón de posibilidades para dar un nuevo aire a tus sillones, sillas, sofás, cabeceros y cualquier mueble tapizado,  así que si tienes que retapizar ese viejo sofá al que no sabes qué hacer para darle una nueva vida, piensa también en el vivo como una opción más para plantearte. ¡Solo te hace falta elegir el color!


Y tú qué prefieres... ¿Vivo en el mismo tono o a contraste?